ESCUELA CUZQUEÑA S. XVIII

Ángel dominación
Óleo sobre lienzo
Medidas 182,5 x 98 cm

En la pintura virreinal peruana se populariza una iconografía que pasará a ser distintiva de esta escuela pictórica: la de los ángeles militares andinos, siendo la tipología más popular la de los arcángeles arcabuceros. El tema se identifica como propio y característico del área andina, surgido y popularizado a finales del siglo XVII en el Virreinato del Perú, concretamente Cuzco y el área comprendida entre el lago Titicaca y La Paz.
Estos se representan como jefes de las milicias celestes, mandatarios bélicos o miembros de un cuerpo de élite celestial de guardia. Se les plasma portando instrumentos o armas como lábaros, trompetas, espadas, tambores, bastones de mando, alabardas y arcabuces. De la composición destaca la vestimenta de los protagonistas. Se les suele pintar portando atuendo militar, con coraza, casco y escudo, o a la moda del momento, donde destacan las mangas abullonadas, los pantalones y chaquetas brocadas, los botones de plata, las medias decoradas con cintas, los zapatos de cuero con hebillas y los sombreros chambergos con plumas de colores.
Los arcángeles arcabuceros llevan chaquetas con amplias mangas abiertas, una fina camisa blanca de seda, ajustados pantalones cortos con brocado y botones de plata, medias de seda decoradas con cintas y zapatos de cuero con hebillas. Debajo de la chaqueta visten un jubón bordado y faja de seda. Los sombreros son chatos de copa con amplia ala están decorados con cintas y plumas de colores y cubren sus cabellos ondulados.
Una fuente importante para la creación de la temática de los ángeles militares andinos es el manual militar Ejercicios para las armas, 1607, Jacob de Gheyn II. En sus estampas se instruían a los soldados sobre como llevar armas. Estos grabados sirvieron a los artistas virreinales en temas como las poses y el modo en que portaban las armas.
Este cuadro representa un ángel dominación, perteneciente a la segunda jerarquía angélica, identificable por el casco empenachado y el bastón de mando dorado rematado por un lazo rojo. Aparece de cuerpo entero y sobre un fondo arquitectónico y paisajístico con flores, aves, árboles y nubes. En cuanto a la vestimenta, señalar que sigue la moda en la que los artistas cuzqueños pintan a los ángeles. Porta un peto de guerrero, un fajín rojo, un faldellín verde con bocados y encajes un largo manto azul del que salen dos alas, botas azules con broche dorado y el casco con plumas de suri, ave muy valorada por los incas por sus plumas, de color blanco, verde y rojo, que representan las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad respectivamente.

Bibliografía:

- Mújica Pinilla, Ramón, Ángeles apócrifos en la América Virreinal. Fondo de Cultura Económica, 1992.

- Mujica Pinilla, Ramón. “Los ángeles de la conquista y las plumas del sol”. Revista de estudios hispánicos, nº19, 1992.

- Ávila Vivar, Mario. Angelología barroca. Las series angélicas. Tesis doctoral, Universidad de Castilla- La Mancha, 2013.

- Ávila Vivar, Mario. “La iconografía de San Miguel en las series angélicas”. .Laboratorio de Arte, nº28, 2016.

- Doménech García, Sergi. “Aristocracia alada, adalides del rey del Cielo. Ángeles militares en la pintura barroca americana”. Potestas, nº9, 2016.

- Cruz de Amenábar, Isabel. Guerreros celestes. El triunfo de los ángeles en el arte surandino. Siglos XVII-XVIII. Colección Joaquín Gandarillas Infante, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2016.