Óleo sobre lienzo
Inscrito: LUCIA BONAS:A D, GARZO[N] / ANNO ÆTATS SUE / XXVIII[I] Medidas 113,5 x 87,5 cm
Procedencia:
– Catalogo di oggetti antichi d’arte e d’ammobiliamento, bronzi, placchette, maioliche, armi, mobili, tappeti, sculture, terre cotte, stucchi, quadri di tutte le epoche; Vendita al pubblico incanto presso l’impresa C. Galardelli, Firenze, via del Giglio, 11, Firenze nei giorni 11, 12, 13, 14 e 15 Maggio 1914, ad ore 15 precise, catalogo n. 9, anno XXVI, 1913-14, Milano 1914, mercoledì 13 maggio 1914, lot. 49.
– Colección particular.
La identificación de esta elegante dama ricamente vestida, sentada en su estudio junto a una mesa con partitura y laúd, viene acreditada en la inscripción que figura en el extremo superior derecho. Lucia Bonasoni Garzoni, conocida en su tiempo como «La Belleza d’Amore» fue una importante noble boloñesa que perteneció al exclusivo gineceo intelectual de la ciudad. Desposada con Marcello di Fabrizio Garzoni contamos con algunos testimonios escritos que dan buena cuenta de las excelencias de esta joven aristócrata. Ercole Marescotti, canónigo de la catedral de Bolonia en su libro Dell’eccellenza della donna (1589) meciona tres veces a la «Sra. LUCIA Consorte del Signor Marcello Garzoni» entre las damas virtuosas «In Muisca». En la biblioteca de San Giorgio in Poggiale se conserva un manuscrito compuesto por 157 madrigales dedicados a las «gentildonne bolognesi» que comienza con el dedicado a Lucia Bonasoni. Es más, en la edición de 1666 de la Bologna Perlustrata, de Antonio di Paolo Masini se recuerda que Lucia Gargioni, Isabella Castelli Malvasia y Francesca Gozzadini Marescotti fueron excelentes mujeres músicas en el 1590.
Curiosamente la basílica de San Paolo Maggiore de Bolonia fue erigida sobre el solar que la familia de Lucia vendió a la Congregación de los Padres de S. Paolo decollato en 1606.
A pesar de los numerosos y variados retratos conocidos de Lavinia Fontana, la mayor parte de sus modelos fueron ricas damas de la élite cultural boloñesa. Una suerte de «Gentildame et honeste matrone» unidos por estrechos vínculos familiares y una privilegiada condición social.
La estructura compositiva de la obra y, sobre todo, la precisión casi obsesiva por describir cada detalle, al igual que un miniaturista, es semejante a otras obras de Lavinia Fontana. Entre los retratos de la artista encontramos las mismas características en las damas de la casa Gozzadini, Ginevra y Laudomia que figuran en el Retrato familiar de la Pinacoteca Nazionale de Bolonia, en el de Costanza Alidosi Isolini de la National Museum of Women in the Arts de Washington, el de Ginebra Aldrovandi Hercolani del The Walters Art Museum de Baltimore o el Retrato de una dama con cuatro hijas expuesta recientemente en el Museo del Prado.
El peinado de Lucia corresponde a la moda de esos años como lo demuestran otras imágenes femeninas realizadas por Lavinia Fontana como el dibujo de la Pierpont Morgan Library de Nueva York entre las cuales figura un retrato que parece representar a la misma persona. Asimismo los rasgos juveniles de Lucia recuerdan a los jóvenes pintados por Lavinia como el Retrato de niño con flores y granada de colección particular boloñesa, la niña con la mano en el pecho del Retrato familiar de la Pinacoteca di Brera de Milán o la Niña rolliza del Gabinetto Disegni e Stampe di Brera degli Uffizi.
Un dato biográfico bastante revelador fruto de la amistad entre Lavinia Fontana y Lucia Bonasoni Garzoni lo encontramos en un documento fechado el 23 de abril de 1595. En el bautizo de Constanza de Zappi, undécima y última hija de Giovan Paolo y Lavinia Fontana, la madrina designada fue Costanza Sforza di Santa Fiora, esposa de Giacomo Boncompagni pero al ausentarse ese día, Lucia Bonasoni actuó en su lugar.
Este retrato inédito estudiado por Marco Tanzi supone una importante incorporación al catálogo de obras de una de las mujeres pintoras más importantes del primer Barroco.
El texto aquí expuesto es un resumen del artículo completo que será publicado el próximo noviembre en el volumen titulado Scritti in onore di Rosanna Cioffi, de la Università della Campania “Luigi Vanvitelli”.